Esta mañana ha tenido lugar en la Ciudad de Córdoba la presentación de “La botella de EMACSA”. Se trata de una acción enmarcada en la campaña “Córdoba: Agua del Grifo como fuente de vida” llevada a cabo por la propia Empresa Municipal de Aguas de Córdoba y la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (AEOPAS), y de la que ha participado ISF Andalucía.
Eran las 11:30h y en el Centro de Visitantes de la ciudad de Córdoba arrancaba el acto de presentación de “La botella de EMACSA”, con una mesa constituida por Claudia Zafra, gerente de EMACSA, Luis Babiano, Gerente de AEOPAS y la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio. Tras una rueda de prensa, se hacía entrega del premio al José Chastang, el autor del diseño serigrafiado en la botella, que fue elegido en un concurso abierto. Por último se hacía mención a las organizaciones y personas que participamos como jurado del concurso el pasado mes de febrero y se nos obsequiaba con una jarra con el mismo diseño.
La campaña “Córdoba: Agua del Grifo como fuente de vida”, fue explicada por la alcaldesa de Córdoba y presidenta de EMACSA, y tiene 3 ejes centrales:
El primero y básico es que en los espacios públicos municipales se consuma el agua que es de todas, el agua de la empresa pública de agua. En las sesiones plenarias y en los actos oficiales del Ayuntamiento de Córdoba se utilizará agua de grifo. Esto es algo que venimos reclamando desde ISF Andalucía, ya que entendemos que las instituciones tienen una alta capacidad de generar imaginario e incidir en actos cotidianos profundamente transformadores, como lo es el elegir financiar un agua de todas y todos, y no a las multinacionales, con el simple acto de beber agua.
El segundo eje se basa en la distribución a nivel vecinal de las botellas para fomentar el consumo responsable de un elemento natural, escaso y valioso.
Finalmente, un tercer eje se basa en la hostelería, y consiste en la entrega los bares y restaurantes que se adhieran a la campaña de unas jarras con el mismo diseño que la botella, para que ofrezcan a su clientela agua del grifo en lugar o además de agua de botella. Esto es algo que ya venía siendo realizado por una minoría de establecimientos por propia iniciativa, que ahora se ve por fin respaldada desde la corporación municipal.
Esta campaña es además consecuencia directa de la aprobación en pleno del Pacto por el Agua pública, y esta aprobación fue propiciada a su vez por la firma del pacto por parte de los partidos políticos en la campaña electoral previa a esta legislatura, que fue promovida por ISF Andalucía.
Hasta la aprobación del pacto en pleno, la empresa era parte de ASA, organización en la que confluyen partenariados publico-privados de agua, empresas públicas y multinacionales del agua como Veolia y Suez. Asociada a tal aprobación tuvo lugar la salida de ASA y la incorporación de EMACSA a AEOPAS, asociación análoga a ASA pero con lógicas diametralmente opuestas: derecho humano al agua y saneamiento, compromiso con las personas y los ecosistemas y agua como fuente de vida y no como bien de mercado. Y constituida por empresas públicas y organizaciones de la sociedad civil (entre ellas ISF Andalucía), sin lugar para la especulación de las multinacionales.
Las acciones emprendidas en Córdoba tienen precedentes internacionales en ciudades como Praga (República Checa), París (Francia) Miami, Nueva York o San Francisco, en Estados Unidos, Melbourne (Australia) o Quebec (Canadá). Ginebra (Suiza) ha vendido miles de botella para rellenar con agua de grifo que han permitido emprender proyectos de cooperación en Nepal, Camerún y Kenia. En París, uno de los lugares más a la vanguardia de esta corriente, cuentan con envases diseñados por Pierre Cardin y se han convertido en un recuerdo más para turistas.
El agua de grifo en la ciudad de Córdoba -y por lo general, todo el agua de grifo- tiene una excelente calidad por el continuo y exhaustivo control de todos sus parámetros. Contiene minerales beneficiosos para el organismo, no sufre por condiciones inadecuadas de almacenaje, no caduca, y es entre 200 y 2000 veces más económica que el agua embotellada. Además, se distribuye con un modelo de abastecimiento ecológico que no necesita consumir combustibles fósiles ni generar envases que incrementen la contaminación. En contraposición al agua embotellada, controlado por un oligopolio de multinacionales entre las que se encuentra Pepsico, Coca Cola o Danone.
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