Desde el pasado sábado Córdoba cuenta con un nuevo espacio conmemorativo del accidente de Fukushima, y por extensión, de advertencia de la peligrosidad de la energía nuclear. En el parque Virgen del Rocío, adjunto al de Miraflores, seis nuevos Ginkgos plantados por personas integrantes de la Asamblea Antinuclear de Córdoba nos recuerdan la necesidad inminente de un nuevo modelo energético.
A las puertas del distrito sur, ante la mirada del joven edificio del C3A, en frente de la gentrificada margen norte del Guadalquivir a su paso por Córdoba, se encuentra el parque de Miraflores. Y un poco más al fondo, el parque Virgen del Rocío, olvidado la mayor parte del año pero que cobra protagonismo en eventos como la feria, el mercado medieval o las cruces de mayo, cuando se convierte en obligado lugar de paso.
Desde el pasado sábado 11 de marzo, sexto aniversario del accidente nuclear de Fukushima, este parque alberga además a seis Ginkgos Biloba -una especie arbórea de origen oriental- que nos recuerdan cómo la explosión de un reactor nuclear liberó radiación al exterior y dejó toda una región inhabitable probablemente de por vida.
A las 12 de la mañana, un sol de justicia -sin que aún haya llegado la primavera-, nos recordaba la inminente necesidad de un giro radical en nuestro modelo energético para combatir el cambio climático, diga lo que diga Trump. Y a esa misma hora, personas pertenecientes a la Asamblea Antinclear de Córdoba, junto a representantes del pleno municipal y la Delegación de Medio Ambiente, bajo la tutela de empleados municipales de parques y jardines, plantábamos los seis árboles, ejemplares de Ginkgo Biloba de casi cuatro metros de altura.
El proceso nos ocupó poco más de media hora, momento de la foto de rigor, con todas las personas presentes portando pancartas reivindicativas relacionadas con la energía nuclear. Para después abordar una mini-asamblea en la que compartimos la situación actual de la lucha antinuclear en el estado español, y trazamos algunas líneas estratégicas básicas.
El desastre nuclear de Fukushima en 2011 dio la razón a todas las personas que venían alertando sobre la peligrosidad de la energía nuclear, demasiado peligrosa, demasiado sucia y demasiado cara para que se continúe utilizando. A pesar de tener plena conciencia de esta situación, el gobierno de España, actuando al servicio de los intereses del oligopolio de la electricidad, no solamente continúa apoyando estas centrales, sino que incluso apuesta por ampliar su periodo de vigencia desde los 40 años para los que fueron construidas hasta los 60, como pretenden actualmente con la central de Garoña.
La Asamblea Antinuclear de Córdoba está compuesta actualmente -además de ISF Andalucía- por Ecologistas en Acción, Asociación ecologistas de Hornachuelos Hornasol, ANIDA / FEDASIB, EQUO, Ganemos Córdoba, IU-LV-CA, y el Partido Comunista de Andalucía, y conmemora además otras fechas clave como la del accidente nuclear de Chernóbil o la del bombardeo de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, que puso fin a la segunda guerra mundial.
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